Kenia situación actual
Actualidad de Kenia
Kenia, con un largo historial de elecciones violentas, celebrará elecciones generales en agosto de 2022. Tras las elecciones de 2017, la policía respondió violentamente a las protestas de los partidarios de la oposición por el presunto fraude electoral, lo que causó la muerte de más de 100 personas. En el pasado, las autoridades kenianas han hecho poco para garantizar la rendición de cuentas por los abusos relacionados con las elecciones.
A mediados de 2021, las autoridades ordenaron el cierre de los campos de refugiados de Daadab y Kakuma para junio de 2022, aunque las condiciones en los países de origen, especialmente Somalia y Sudán del Sur, aún no eran propicias para un retorno seguro.
Las autoridades tardaron en responder a las necesidades de los grupos vulnerables, incluidos los hogares de los asentamientos informales. Cuando por fin las autoridades crearon el programa de transferencias de efectivo de ocho meses, era inadecuado y de corta duración. No proporcionaba información clara sobre los requisitos, cómo se identificaba a los beneficiarios ni por qué se excluía a miles de hogares que cumplían los criterios aprobados.
El gobierno keniano, que tiene la responsabilidad de garantizar que nadie pase hambre, no diseñó un programa de seguridad social que garantizara a todos, y no sólo a unos pocos, un nivel de vida adecuado durante la pandemia. Sólo una pequeña parte de las familias vulnerables de Nairobi se beneficiaron del programa, que se caracterizó por la falta de transparencia, el amiguismo, el nepotismo y el favoritismo descarado. Las autoridades confirmaron que el programa sólo llegó a 29.000 de los más de 600.000 hogares de los ocho asentamientos informales de Nairobi. Esto supone aproximadamente el 4,8% de todos los hogares que necesitan ayuda urgente.
Situación actual en Kenia 2022
Tras haber registrado un crecimiento medio del PIB del +5% en la última década, Kenia ha sido una de las economías de más rápido crecimiento del África subsahariana. Un entorno macroeconómico bastante estable, una confianza sostenida de los inversores y una actividad de servicios en rápida expansión (telecomunicaciones y servicios financieros) han impulsado el potencial de crecimiento de la economía en los últimos años.
A corto plazo, sin embargo, las perturbaciones mundiales derivadas de la guerra en Ucrania y las perturbaciones comerciales conexas -junto con unas condiciones de financiación más difíciles para los mercados emergentes y las economías en desarrollo debido a la normalización de la política monetaria en las economías avanzadas- afectarán a la posición exterior y repercutirán en la actividad económica. Prevemos que el PIB real anual se sitúe entre el +4% y el +5% en 2022-2023.
La deuda pública de Kenia ha aumentado en los últimos años hasta alcanzar el 70% del PIB en 2021 (estimado), frente al 38% en 2014. Los crecientes déficits fiscales en medio de grandes proyectos de infraestructura y la escasa recaudación de impuestos requirieron un endeudamiento público activo, mientras que el déficit presupuestario se elevó por encima del 7% del PIB. Casi la mitad de la deuda pública de Kenia se debe a acreedores internacionales en moneda extranjera, lo que hace que las finanzas públicas sean vulnerables a las fluctuaciones del tipo de cambio.
Situación política actual en Kenia
Diez años después de que unas disputadas elecciones presidenciales llevaran a Kenia al borde de la guerra civil, el presidente Uhuru Kenyatta ganó cómodamente las elecciones generales de agosto de 2017. Aunque las reformas introducidas en la Constitución de 2010 han contribuido a evitar enfrentamientos a gran escala, se han producido brotes esporádicos de violencia tras las denuncias del líder de la oposición, Raila Odinga, de que se habían manipulado los resultados. Las divisiones étnicas siguen siendo un factor clave de la violencia electoral en Kenia y deben ser abordadas por el gobierno a través de reformas encaminadas a una democracia más inclusiva. Mediante la implicación de los actores relevantes y la realización de investigaciones sobre el terreno, trabajamos a nivel nacional y local para construir una paz sostenible y ayudar a impulsar reformas que puedan consolidar los logros democráticos.
El cambio climático, la política y la competencia por los recursos vuelven a chocar en una combinación mortal en la fértil meseta de Laikipia, en Kenia. Crisis Group visitó la región y habló con pastores y agricultores sobre la devastadora sequía, la pérdida de ganado, la violencia en la zona y las tensiones intercomunales.
Temas de actualidad en Kenia hoy
Kenia ocupa el puesto 25 en el GCRI de 2021. Más del 84% de su territorio está clasificado como árido y semiárido, por lo que está expuesto a fenómenos naturales extremos: sequía, invasión de langostas e inundaciones, que han desplazado a comunidades, perturbado la prestación de servicios sociales y provocado tensiones sociales. Una sequía media provoca un déficit alimentario del 20-30%, reduce el crecimiento del PIB en un 3-5% y afecta a los medios de subsistencia de más del 80% de la población. En consonancia con su Visión 2030, Kenia ha introducido políticas y marcos para hacer frente al cambio climático. Actualizó su NDC al 32% en 2021 y puso en marcha medidas de mitigación y adaptación para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de la COP26, cuyo coste se prevé en 64.900 millones de dólares entre 2021 y 2030. Estas medidas incluyen el aumento de la proporción de energías renovables en el mix de generación de electricidad, el aumento de la cubierta arbórea hasta al menos el 10% de la superficie terrestre, la construcción de un sistema de transporte eficiente y con bajas emisiones de carbono, y el aumento de la adopción de tecnologías de adaptación en todos los sectores. Kenia está explorando fuentes de financiación climática como los mercados de carbono, el Fondo Verde para el Clima y el Fondo Africano para el Cambio Climático. Está en vías de alcanzar las cinco metas de acción climática del ODS 13 para 2030.